Universidad y Sociedad: Extensión Universitaria en Física en la UNLP

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Paula Bergero. Departamento de Física, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires.

Históricamente, las diversas formas de participación de las universidades en la comunidad y su impacto en su zona de influencia, así como las políticas que guían las actividades de extensión, no han sido uniformes en las distintas instituciones del país. Algunas universidades consideran la extensión como una forma de transferencia de conocimiento al sector privado, otras como una oferta educativa de posgrado, otras intentan dar respuestas a problemáticas sociales y culturales de la región. Pero estas distintas concepciones no son sólo heterogéneas espacialmente, sino que la idea que una institución educativa universitaria tiene de la extensión también varía a lo largo de los años y las gestiones.

En este artículo se describe la evolución de las actividades de extensión del Instituto de Física de la UNLP en los años 1905 –año de creación de la universidad- y 1930 –interrupción institucional debido al golpe de estado-, período atravesado por la Reforma Universitaria del 18, intentando aportar claridad a partir de un análisis histórico. En el artículo se referencia a varios pensadores de la época, como Ortega y Gasset y Durkheim y otros más recientes como Freire y García Guadilla, evitando explícitamente la tentación de “juzgar el pasado con criterios del presente”.

La idea fundamental de este trabajo es que las actividades desarrolladas en cada momento estaban modeladas por un lado, por la concepción vigente sobre cómo debía plantearse la relación entre la universidad y la comunidad, y por otro lado, por el perfil científico dominante. Esta idea es sostenida con abundantes ejemplos; así, por ejemplo, durante la gestión de Joaquín V. González, primer presidente de la UNLP, el positivismo fundacional dirigió la extensión a divulgar la ciencia y la cultura entre sectores populares mediante charlas, cursos nocturnos y libres y el acceso facilitado al museo y biblioteca.

Anfiteatro de Física: Ver descripción al final del artículo.

En cuanto a la propia disciplina, las actividades realizadas por los primeros físicos que trabajaron en La Plata fueron recopiladas, documentando la intensidad y continuidad de los vínculos entre el Instituto y la comunidad. La primera etapa del Instituto, hasta 1909, estuvo bajo la dirección del Ingeniero uruguayo Tebaldo Ricaldoni, cuyo perfil se define como de inventor. Durante su gestión se dieron charlas demostrativas para “vulgarizar los conocimientos” y se desarrollaron aplicaciones destinadas a la industria nacional y al estado: un receptor de telegrafía sin hilos, un reductor de voltaje, una boya de salvataje, un desvía torpedos, un submarino y un panoramoscopio, aunque no todas estas producciones las realizó desde el Instituto.

En la segunda (hasta 1911), que estuvo redefinida por el estándar europeo de la investigación científica de la mano del físico alemán Emil Bose, las charlas continuaron y se generaron publicaciones. Se intentaron colaboraciones con Jorge Newbery sobre meteorología y como aplicaciones relevantes cuentan un estudio espectroscópico sobre la yerba mate para controlar su calidad, y estudios de peritaje sobre documentación jurisprudencia y filatelia.

La tercera, hasta 1925, bajo al dirección del físico alemán Richard Gans, hizo hincapié en el apoyo a los docentes de bachilleratos, ya que a los profesores de la época -al igual que a los actuales- les preocupaba la escasa preparación de los ingresantes en física y matemáticas. Entre otras aplicaciones interesantes, se hicieron calibraciones de instrumentos para entidades públicas y privadas, y varias contribuciones sanitarias mediante el uso de técnicas experimentales.

Como cierre de esta breve reseña, tomamos del artículo una frase de Joaquín V. González, que es rescatada en su espíritu por quienes hacemos extensión “Una universidad moderna que no toma en cuenta el problema social es una universidad exótica, y sus fuerzas se perderán en el vacío si no la dirige a procurar la armonía suprema sobre la que se asienta la humana convivencia”.

El artículo original puede encontrarse en: http://www.mast.br/arquivos_sbhc/35.pdf

Imagen: Foto del anfiteatro de Física, revelada por Damián Gulich y Rafaela Paladini a partir de un negativo de vidrio. En Marzo de 1911 Emil Bose dictó allí una conferencia con demostraciones. Tuvo una gran repercusión en los medios y según J. V. González fue relevante en su gestión ante la Cámara de Diputados para obtener la renovación sin recortes del presupuesto de la UNLP.