Nanosondas calentadas destruyen células de cáncer de mama en ratones

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Manuel Carlevaro. Instituto de Física de Líquidos y Sistemas Biológicos (CONICET - UNLP) y Universidad Tecnológica Nacional.

En experimentos con ratones de laboratorio que llevan un agresivo cáncer de mama humano, investigadores de la Universidad de California (UC Davis) utilizaron nanosondas calientes para disminuir el crecimiento de tumores sin dañar el tejido sano que los rodean. Los investigadores describen su trabajo en la edición de marzo del Journal of Nuclear Medicine.

 Nanosonda: (ScienceDaily).:left

"Hemos demostrado que el sistema es factible en ratones de laboratorio. El próximo paso será la prueba clínica en pacientes", dice Sally DeNardo, proesora de medicina interna y radiología en UC Davis y autora principal del estudio.

Muchos investigadores han estudiado el calor como tratamiento potencial del cáncer, pero la dificultad de confinar calor dentro del tumor y la predicción de una dosis de calor efectiva han limitado su uso. La investigación en UC Davis, realizada en colaboración con científicos de Triton BioSystems en Boston, pareciera haber resuelto estos problemas.

El sistema experimental utiliza biosondas creadas uniendo nanoesferas magentizadas de óxido de hierro con anticuerpos monoclonales radiomarcados. Las biosondas son camufladas en polímeros y azúcares que las hacen casi invisibles al sistema inmunológico corporal.

DeNardo y sus colegas inyectaron miles de millones de sondas (más de 10.000 pueden ubicarse en la cabeza de un alfiler) en los flujos sanguíneos de los ratones de laboratorio que portan tumores de cáncer de mama humanos. Una vez en el flujo sanguíneo, las sondas localizan y se adhieren a receptores en la superficie de las células malignas.

Tres días después, el equipo aplicó un campo magnético alterno (CMA) a la región del tumor, causando que las nanoesferas magnéticas adheridas a las células del tumor cambien su polaridad miles de veces por segundo, generando calor instantáneamente. Tan pronto como el CMA se detiene, las biosondas se enfrían.

Los ratones del estudio recibieron series de ráfagas de CMA en tratamientos únicos de 20 minutos. La dosis fue calculada utilizando una ecuación que incluye la concentración de biosondas en el tumor, la velocidad de calentamiento de las partículas a diferentes amplitudes, y el intervalo entre las ráfagas de CMA.

La velocidad de crecimiento del tumor disminuyó en los animales tratados, una respuesta estrechamente correlacionada con la dosis de calor. No se observó ninguna toxicidad relacionada con las biosondas.

"El uso de calor para matar células cancerígenas no es un concepto nuevo", dice DeNardo."Los mayores problemas han sido cómo aplicarlo solo al tumor, cómo predecir la cantidad necesaria y cómo determinar su efectividad. Combinando nanotecnología, la terapia focalizada de CMA y técnicas de imagen molecular cuantitativas, hemos desarrollado una técnica segura que podría combinarse con otras modalidades para el tratamiento del cáncer de mama y otros tipos de cáncer".

Fuente: ScienceDaily.