Hielo solar. Una heladera que funciona con el calor del Sol. Segunda parte

Compartir en:

Paula Bergero. Facultad de Ciencias Exactas (UNLP).

El equipo 2011.:left Aunque abundan los anuncios de avances científicos con posibles aplicaciones beneficiosas para la sociedad, no es tan frecuente que su desarrollo se sostenga a lo largo de los años y finalmente redunde en innovaciones concretas. Y mucho menos frecuente es que el trabajo incluya la adaptación de las tecnologías para que puedan ser apropiadas más fácilmente por la comunidad a quien fueran destinadas.

Enmarcado en el perfil de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) -institución fuertemente conectada con las necesidades sociales- el trabajo del equipo del Dr. Rodolfo Echarri (físico, investigador del CONICET, docente) es uno de estos casos. En Diciembre de 2007 en la UNGS se hacían las primeras pruebas de este desarrollo. Bajo la mirada de alumnos y docentes, el prototipo instalado en el Campus de Los Polvorines fabricó 300 gramos de hielo (ver la primera parte de esta nota aquí). Para fines de este año, casi 4 después, una versión mejorada de la heladera estará instalada en el noroeste de Córdoba, y se espera que produzca 5 kilos de hielo por día.

Montado del prototipo. Versión 2011.:left

El proyecto contó en sus inicios con la colaboración del INTEC-Instituto Tecnológico de Santo Domingo, República Dominicana; los primeros resultados pueden encontrarse aquí. Actualmente Echarri está acompañado por los investigadores Andrés Sartarelli, Sergio Vera y Ernesto Cyrulies, también de UNGS.

Los destinatarios

La versión 2011 de la heladera solar será instalada en Los Talas, una pequeña población del noroeste de Córdoba, cuya principal actividad es la producción caprina. En esta región, sin tendido eléctrico y con un clima riguroso, la dificultad para mantener los productos lácteos refrigerados es un factor limitante para los pequeños productores, para quienes resulta inaccesible económicamente el uso de un equipo tradicional de enfriamiento por gas envasado.

En busca de una solución, el Instituto de investigación y desarrollo tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF) de la Región Pampeana del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Asociación de Productores del Noroeste de Córdoba (APENOC) convocaron en 2010 al equipo de Echarri. Como consecuencia del trabajo conjunto entre los diversos actores, se prevé la instalación de dos equipos para fines de este año.

Uno de los logros a destacar es que la instalación de las heladeras correrá por cuenta de los mismos productores, quienes serán asesorados por los investigadores para el armado. Un análisis detallado de la situación de los productores cordobeses y del impacto de la propuesta a nivel local pueden encontrarse aquí en palabras del investigador Sergio Vera.

Sin enchufe ni motor

La heladera funciona mediante la adsorción y desorción de metanol (alcohol metílico) por carbón activado, que es un material muy poroso y adsorbente. El prototipo básico está formado por un recipiente colector donde está el carbón activado empapado en alcohol metílico, un condensador, que convierte en líquido los vapores del alcohol, un evaporador que recoge el alcohol líquido para que puedan volver a evaporarse y una cámara fría, donde el agua se enfría convirtiéndose en hielo. En la primera parte de la nota se encuentra una descripción más detallada del mecanismo de enfriamiento.

Los ingredientes necesarios

Una Universidad con la mirada puesta en las necesidades de los ciudadanos, un grupo de científicos comprometidos con la investigación y abiertos al diálogo, instituciones que releven las necesidades de la sociedad en que están inmersas y puedan hacer de vínculo y finalmente ciudadanos dispuestos a sumarse a propuestas en principio tan delirantes como conseguir frío a partir del Sol.