El cerebro predice nuestra percepción del mundo exterior
Manuel Carlevaro. Instituto de Física de Líquidos y Sistemas Biológicos (CONICET - UNLPP) y Universidad Tecnológica Nacional.
El cerebro humano anticipa nuestra percepción del mundo exterior. Por ejemplo, es capaz de predecir si vamos a percibir una estimulación táctil de intensidad débil, o por el contrario, si una estimulación más intensa será percibida más o menos dolorosamente.
Si las personas pueden realizar estas observaciones empíricamente, un equipo de investigadores del Grupo de la Ciencia del Coma de la Universidad de Liege (Cyclotron Research Centre), y del Departamento de Neurología del Hospital Universitario de Liege (Bélgica), está demostrándolo científicamente a través de la medición de la actividad espontánea del cerebro, y de las relaciones entre las diferentes regiones cerebrales involucrada.
En un estudio publicado recientemente en los Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), el equipo de científicos liderados por Mélanie Boly y Steven Laureys muestra que la actividad espontánea medida en ciertas partes del cerebro tiene una influencia directa sobre nuestra percepción consciente y sobre nuestra percepción de la intensidad del dolor. "Nuestro cerebro nunca está realmente descansando, y la ciencia no tiene una buena comprensión de cómo la actividad espontánea y continua de nuestras neuronas influye sobre nuestra percepción del mundo. Nuestro estudio contribuye a develar una pequeña parte de estos mecanismos", dicen los investigadores.
Utilizando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) y estimulación con láser de las estructuras nerviosas de la piel (que dura una milésima de segundo), los investigadores determinaron las regiones específicamente involucradas en esta actividad espontánea del cerebro. De este modo, la conciencia de uno mismo y de nuestro mundo interno está conectada a la actividad en una red que incluye el precúneo, el cortex cingular posterior y la juntura temporoparietal. Sin embargo, la conciencia de nuestro mundo externo está vinculada con la actividad medida en el tálamo y en las zonas corticales frontoparietales. En cuanto al cortex cingular anterior y el cortex insular, éstos predicen cuándo la estipulación con láser será percibida como más o menos dolorosa.
Estos resultados mejoran nuestro conocimiento sobre los mecanismos involucrados en la conciencia humana y permiten una mejor comprensión de por qué a veces somos más sensibles al dolor que en otras ocasiones. "La conciencia tiene dos componentes: la vigilia por un lado, y la conciencia del entorno (el mundo externo) de uno mismo (el mundo interno) por el otro. Ya conocíamos las regiones involucradas en la vigilia. Con este estudio, demostraremos ahora que la conciencia de nuestro mundo interno y externo tiene correlatos neuronales diferentes, y cómo ellos interactúan", concluyen los investigadores.
Fuente: Physorg.
Artículo completo: http://www.pnas.org/cgi/content/abstract/0611404104v1